Esta ha sido la foto sobre Israel más famosa y comentada durante la última semana.
La intención de la foto era mostrar la Libertad de la que goza el colectivo homosexual en Israel con motivo del 14º Desfile del Orgullo Gay de Tel Aviv. La instantánea es simple y anónima, y resume perfectamente la situación de la comunidad gay en Israel. Es un icono, un símbolo.
Pero la foto es falsa, uno de ellos no es homosexual. Y además ambos sirven en Dover Tzahal (Portavoz del Ejército).
Este no es un post para explicar por qué es falsa, o para justificarlo. No. Es injustificable. Es un intento de propaganda, y como sucede normalmente en la Hasbará, mal hecho. Es preocupante que el ejército tenga que manipular fotos así, sobre todo cuando esta misma situación podría haberse dado a dos metros de la escena. El ejército de Israel es uno de los pioneros en aceptar diferentes orientaciones sexuales y en Israel los LGBT disfrutan de una situación privilegiada, no ya sólo en Oriente Medio, sino también en el mundo entero.
La libertad de los homosexuales en Israel no es propaganda, es un hecho. Por tanto, ¿de qué servía manipular una foto así? La Hasbará ha perdido totalmente el juicio. Hay una pérdida de papeles generalizada en los profesionales de la comunicación que se dedican a la Hasbará.
Hasbará reactiva y explicativa
La historia de la Hasbará es corta. Su traducción literal es esclarecimiento, y últimamente se la denomina como Public Diplomacy. Surge ante el brutal apisonamiento mediático y manipulaicón informativa que sufre el Estado de Israel durante la Segunda Intifada: Es la Hasbará reactiva, a la que yo me he dedicado desde que soy un adolescente. Aunque es a veces efectiva, como los documentales Pallywood o Al Durah, el nacimiento de un icono. Sin embargo llega tarde, cuando el daño ya está hecho. El otro tipo, más extendida y prolífica, es la explicativa, que no tendría que ser calificada como Hasbará propiamente, simplemente tendría que estar en círculos mediáticos, académicos e intelectuales como información e historia sobre Israel y Oriente Medio, no como una agencia de relaciones públicas.
El resultado de la Hasbará explicativa produce fallos épicos como este. El vídeo de Shimón Peres promocionando su página de Facebook es paradigma de ello y esta foto su total fracaso. No había razón para manipular ninguna foto, sólo era necesario tomar una así durante el desfile del Orgullo Gay que acogió a más de 20 000 turistas. No era necesario forzar nada, ya estaba hecho sin mover un sólo dedo.
La Hasbará nace de un modo loable, voluntario y sin ningún ánimo de lucro, pero muere en sus errores garrafales y en la pérdida de papeles. Haciendo más daño, cada vez en más ocasiones, a la imagen de Israel que ayudando a mejorarla o promoverla.