Mi último viaje político me llevó dos días a Judea y Samaria, Cisjordania o el West Bank, como se prefiera, en los cuales visité tanto a palestinos como a israelíes. Desde Bet Jalah, poblado situado a la salida de Jerusalén, hasta el asentamiento de Eli, situado en una colina de Samaria, pasando por Hebrón en Judea, intenté formar una opinión o perspectiva que me permitiera imaginar una solución posible y justa para el conflicto.
Bet Jalah
En ambos casos, tanto con palestinos como con colonos, se quebraron varios esquemas. Suele pasar cuando te das de bruces con la realidad. El viaje empezó en Bet Jalah, allí visitamos a Sami Awad de la organización pacifista Holy Land Trust , un palestino que ha nacido y estudiado en los EE UU, pero que volvió al pueblo de sus padres para luchar por un futuro Estado Palestino. Hablaba un inglés perfecto, vestía como un occidental, y se enorgullecía que le habían acusado de ser espía del Mossad o de la CIA por abogar por la paz. Su principal queja fue en contra de la alta jerarquía de la ANP-OLP-Al Fatah: Mientras el espera horas en un checkpoint para entrar a Israel, los coches de los funcionarios de la OLP, todos Mercedes, solo tienen que enseñar su tarjeta VIP. Se quejaba, también, de que su hija no había conocido a niños israelíes y que él sí pudo -antes de la aplicación de los Acuerdos de Oslo, por los que se creó la Autoridad Nacional Palestina, no existían checkpoints ni fronteras entre los territorios palestinos e Israel desde 1967. Aun así, salí del encuentro pensando que si era una persona tan preparada y cordial, era porque se había criado en el mundo occidental. Porque tiene un Master en la American University de Washington DC y otro en la Universidad de Kansas. No ha crecido rodeado de grupos terroristas a la puja de apoyo social, no ha crecido bajo la presión de los líderes religiosos, ni bajo una férrea tradición musulmana medio-oriental. No encontré otros activistas en los territorios con tanto nivel como el suyo, eso sí. Pero, y esto es lo realmente esperanzador, sí con el mismo espíritu.
Cuando cruzamos la valla de seguridad, lo hacemos en un autobús escolar amarillo y blindado. Como todos los que circulan por Judea y Samaria y llevan pasajeros judíos. La carretera que circunvala Giló está revestida de un muro ovalado, medio cerrado, que asciende a ambos lados del asfalto y se pliega hacia adentro conforme alcanza altura. Está hecho para evitar el tiro al blanco que se practicaba desde Bet Jalah durante la Segunda Intifada.
En las carreteras en Cisjordania, al contrario de lo que se pregona, circulan coches israelíes y palestinos. Sólo hubo carreteras exclusivas para israelíes y colonos durante la Segunda Intifada y en determinados tramos, por razones de seguridad. Desde Jerusalén hasta Hebrón, otro de los epicentros del conflicto, no tardamos más de 45 minutos. Judea y Samaria, ambas regiones, son montañosas y verdes. Y realmente hermosas. Cientos de colinas de piedra caliza, pasto y estructuras milenarias coronan todo el territorio. Es, ciertamente, tierra bíblica, independientemente de las creencias de cada uno.
Hebrón
Hebrón impresiona. Sus callejuelas semifantasmas, los soldados apostados en la esquina más insospechada, Maarat Hamajpelá -el complejo donse se encuentran las tumbas de Abraham, Isaac y Jacob- dominando el centro de la población, vallas y verjas que trazan la escarpada separación urbana entre el barrio judío y el resto de la ciudad, el llamado ensordecedor y casi apocalíptico desde los minaretes al rezo…Allí nos reunimos, en primer lugar, con un joven activista palestino. En una casa colindante con el barrio judío, a apenas 10 metros, se dan cita, según afirma, él y sus muchachos para trabajar por los Derechos Humanos y el fin de la ocupación. Le pregunté si le gustaban los Acuerdos de Oslo, que visiblemente empeoraron la calidad de vida de los palestinos. Él me dijo que antes de Oslo no tenían identidad.

En la otra cara de la moneda, está David Wilder, portavoz de la Comunidad Judía de Hebrón -unas 90 familias- que nos brindó una visita guiada por el museo de la matanza de Hebrón de 1929 en donde una masa encolerizada de árabes instigados por el Gran Mufti llevó a cabo un judenrein. Recordó que Hebrón es la segunda ciudad más importante para el judaísmo -también según la Biblia aquí fue ungido David como Rey de Israel- y que la ciudad ya era judía desde hace 4 000 años.

Efrat y Shiló
Fuimos sólo al Area C. Las Áreas A y B no están permitidas para israelíes. El Área C está tanto civil como militarmente controlada por Israel, y en donde viven los colonos. Como con los religiosos en Israel, la palabra colono no engloba una persona jurídica única y homogénea. En los asentamientos no sólo viven religiosos, sino también judíos laicos que aprovecharon las ventajas económicas de vivir allí. El asentamiento de Efrat es uno de los más grandes en Cisjordania, es una ciudad. No son pequeñas poblaciones construídas en las colinas como la mayoría en Samaria. Aun así, los coches en Efrat normalmente lucen con alguna que otra pedrada. Eve Harrow, activista mediática considerablemente conocida en Israel -sobre todo en la radio- nos recibió en el Ayuntamiento y nos dijo que los palestinos aprovecharon los Acuerdos de Oslo para el terror.
Pero no es lo mismo Efrat que Shiló o Eli. Shiló es hermoso y apacible. Muy cuidado y restaurado. En Shiló se dice que está el primer Tabernaculo antes de que este fuera trasladado a Jerusalén, según leemos en el Tanaj. Por estas dos colonias, Shiló y Eli, nos guió Tamar Asraf, amiga personal de la Familia Fogel, que fue asesinada hace un año de forma escalofriante -pasada a cuchillo incluyendo un bebé de tres meses- y muy orgullosa de vivir en la Tierra Judía, tal como ella describió. Tamar piensa que está demonizada por los medios y afirma que no suele beber sangre de niños palestinos. Pero sabe que tarde o temprano tendrá que abandonar su casa. Incluso aunque el futuro Estado Palestino permitiera vivir a una minoría judía bajo su soberanía –Maen Areikat afirmó lo contrario– no se sentirían seguros.

Para conseguir la paz hay que potenciar a los activistas palestinos que aceptan la existencia de Israel
Para terminar el viaje, Yariv Oppenheimer, el director de Peace Now, nos visitó en Jerusalén, cerca de Abu Gosh -pueblo árabe a donde los israelíes suelen ir los fines de semana a comer uno de los mejores Humus- y nos ilustró sobre cuán dificil es alcanzar la paz con los asentamientos en pie. También nos aportó su visión sobre una posible solución: el cree que Jerusalén debería ser de nuevo ciudad internacional pero rechaza el derecho de retorno de los refugiados palestinos. Yariv fue líder de las juventudes del Partido Laborista de Israel y normalmente tiene opiniones más extremas en los medios, pero en la charla adoptó una actitud más pragmática.
Las cartas sobre la mesa. No he venido a Israel por gusto, soy sionista convencido y me siento orgulloso de lo que los judíos han construido aquí. Por ello mismo ansío la paz, y como la mayoría de los israelíes apoyo la creación de un Estado Palestino -un 75% según la última encuesta del Harry Truman Peace Institute– pero lo que pasa en el West Bank no es fácil. El conflicto tiene una difícil solución y esta empieza por potenciar a los líderes palestinos moderados que, desgraciadamente, no tienen poder en el establishment político palestino. Mientras Hamas siga con el empeño de la destrucción de Israel, y mientras el liderazgo palestino no pase a manos de gente como Sami Awad será imposible.
La población palestina de Cisjordania quiere que se acabe el control militar que ejerce Israel. Los colonos quieren seguir viviendo allí y muchos de ellos estarían de acuerdo con anexionar Cisjordania a Israel. Los primeros ya han aprendido, al menos los de Cisjordania y gobernados por la OLP, que el terrorismo no es la vía para sus aspiraciones políticas. Los segundos, no suponen EL problema para la paz como siempre se nos hace ver desde muchas poltronas mediáticas y muchas corresponsalías -si lo fueran, Israel habría sufrido dos guerras civiles, una en 1979 cuando se devolvió el Sinaí a Egipto y otra en 2005 cuando Israel se retiró de Gaza unilaterlamente y sin contrapartidas. Además, no es lo mismo construir casas que lanzar cohetes indiscriminados o inmolarse en autobuses y cafeterías.
Por qué los palestinos no tienen su Estado aún
La Resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU ordena que Israel abandone «los territorios» cuando sus fronteras sean seguras. No especifica qué territorios, y además la línea verde se estableció con Jordania, que bien se ha lavado las manos en lo que concierne a los palestinos -y también se las llenó de sangre en el Septiembre Negro, cuando el ejército jordano expulsó a la OLP de Jordania.
Tanto Barak como Olmert ofrecieron casi un 100% del territorio a los palestinos. En Camp David II (2000) y en Ginebra (2008). Y en ambos casos los palestinos no aceptaron, ya sea porque no quieren reconocer a Israel como Estado Judío, porque quieren Jerusalén Este como capital, porque sería aburrido dejar los mitos de un lado y administrar un país, o, sobre todo, porque les aterra volver a su casa y ser asesinados como lo fue Anwar el Sadat por llegar a una paz con Israel.
La paz es y debe ser posible. La pelota está en el campo palestino.
Eli, muy bien ,como siempre. A propósito, yo estuve en Israel durante la 2ª intifada, y más concretamente en Guilo, y las balas que disparaban los palestinas desde Bet jalah, nos pasaron por encima
¿La pelota está en el lado palestino? No sé, Eli. Vale que trabajas para el gobierno israelí, pero tampoco es cuestión de que cierres los ojos a la realidad. ¿Seguro que has estado en los Territorios Ocupados? La red está llena de vídeos que muestran a los colonos judíos de los territorios comportándose como las SA alemanas: quema de mezquitas, palizas a campesinos, destrozo de cultivos, ataques indiscriminados a civiles, niños incluidos, y un largo etcétera. En muchas ocasiones, por cierto, escoltados por el ejército israelí.
Con gentuza así en los territorios palestinos, la paz es imposible.
Un saludo.
Salva
Como le dije a un activista palestino en Hebrón, no es cuestión de averiguar quién es peor. El me decía que su vecino colono y judío iba a la tumba de Baruch Goldstein todos los años su matanza, y claro, le contesté que qué podríamos decir del ensalzamiento de «mártires» en todos los territorios palestinos, en donde hay carteles por las calles, estampas como las de fútbol para los niños, cuadros en las escuelas…
Claro que hay colonos radicales, pero acabáramos si Israel tuviera que ser un país sólo formado por ángeles. Es un concepto de responsabilidad colectiva que se aplica a los israelíes y a los colonos en particular: si uno es malo, todos sois malos. Y déjame decirte que unos cuantos colonos practicando bandalismo no tiene ni punto de comparación -ya sea para aplacarlos ante revueltas en contra de la paz. o ya sea simplemente por una comparación moral- con los miles de asesinatos y actos criminales cometidos por los grupos terroristas en Palestina.
El año pasado la Familia Fogel fue asesinada a sangre fría, acuchillaron a un bebé de tres meses. Eso no es comparable, ni de lejos, con el destrozo de cultivos. Mientras esa gentuza, la que asesinó a la Familia Fogel y qyue lanza cohetes desde Gaza o la planeó atentados indiscriminados en autobuses y cafeterías, siga pintando algo, entonces si que la paz será imposible.
Por cierto, comparar el bandalismo de ciertos colonos con lo que hacían las SA…es, cuanto menos, desafortunado.
No estoy juzgando a todo un país, Eli, estoy condenando una práctica común de los colonos. Que yo sepa, en tu post no hablas de Israel, hablas de los territorios ocupados, ¿no?
No pretendo que Israel sea un país constituido por ángeles, pretendo que los colonos no den palizas, no arrasen cultivos, no apedreen a los niños cuando intentan acudir a la escuela, no acosen a los civiles en sus propias casas, no lleven a cabo pogromos contra aldeas palestinas o no quemen mezquitas. Y si hablas de paz, deberías pedir lo mismo. No es tan difícil, ni tan raro.
Un saludo.
Salva
Es que los colonos no llevan a cabo progromos, ni todos son tan fieros como los pintas. Hay muchos tipos de colonos, y estás generalizando y los estás describiendo como fieras salvajes.
Israel ha demostrado que los colonos no son el problema para la paz (Sinaí 1979, Gaza 2005). El problema para la paz es que una de las partes nunca ha querido aceptar la existencia de la otra.
¿Cómo Israel puede negociar con alguien que quiere su destrucción? Y la solución, desde mi punto de vista, es promocionar a los palestinos moderados que los hay y muchos, pero que no tienen voz ni poder en el establishment palestino
«Es que los colonos no llevan a cabo progromos, …»
¿No? Pues hay bastantes israelíes que piensan lo contario, entre ellos Olmert:
http://www.jpost.com/LandedPages/PrintArticle.aspx?id=123476
http://www.haaretz.com/print-edition/news/analysis-hebron-settler-riots-were-out-and-out-pogroms-1.258871
Supongo que lo de quemar mezquitas, apedrear niños o arrasar cultivos también me lo debo haber inventado, ¿no?
Un saludo.
Salva
Nadie ha dicho que te lo hayas inventado. Si tu concepción de los colonos es que todos arrasan poblados árabes y no quieres ver otra cosa, yo no puedo cambiarla.
El problema para la paz no son los colonos radicales, porque ellos no representan la posición política del gobierno israelí, ni si quiera de la sociedad israelí -el 75% de los israelíes acepta la creación de un Estado Palestino- si los palestinos hubieran aceptado alguna de las ofertas de paz ya tendrían su Estado.
Si quieres seguir haciendo hincapié en lo malos que son los colonos vale, pero entonces no podemos debatir sobre una posible paz, por los colonos radicales no son ni como la mayoría de los colonos, ni como la mayoría de los israelíes y menos aun como la gente que tiene que negociar por la paz desde el lado de Israel.
Eli, hago hincapié en lo malos que son los colonos porque en tu post sobre, te recuerdo, los territorios palestinos ocupados y colonizados por Israel, no mencionas las barbaridades que hacen ni de pasada. Quizá a ti te parecería fantástico hablar de Hamas sin mencionar que de vez en cuando lanzan cohetes contra población civil israelí. A mi no.
Y sí, el simple hecho de que haya colonos ya es malo per se, salvo que para ti, la palabra «colono» tenga un significado diferente que para el resto del mundo.
De todos modos, entiendo que trabajas para el gobierno israelí; no tiene mucho sentido que discutamos sobre esto. Lo dejo aquí.
Un saludo.
Salva
Bueno, para la mayoría del planeta, los colonos son todos, el 100 % como tu dices, sino peor. Y no es así. Si no quieres entender que hay colonias en las que vive gente normal sin ánimo de causar problemas entonces si hay que dejar aquí la discusión.
No es correcto englobar a todos los colonos en una misma categoría. Muchos colonos se encuentran viviendo en Cisjordania porque en su momento no desaprovecharon la oportunidad de poder tener una bonita casita con jardín. En Maalé Adumim, por ejemplo, está repleto de rusos que nada o poco tienen que ver con la religión. Cosa distinta es el caso de los asentamientos de Hebrón, Talmón o Dolev. Por lo general, aquellos que realizan «pogromos», o actos de terrorismo judío (tag mejir), son los colonos vinculados al sionismo religioso. Esos que se van a vivir entre medio de cinco poblaciones árabes porque están convencidos de que su propósito es mesiánico.
Por otro lado, y para contradecirme un poco, sí es cierto que a pesar de ser diferentes y de representar a diferentes sectores políticos y sociales, los colonos tienen un elemento común claro: ocupan tierras. Y sí, la ocupación es uno de los obstáculos para la paz. Como también lo es el incesante terrorismo palestino, el adoctrinamiento del odio de las escuelas de Gaza y el islamismo radical. Obstáculos hay muchos…
Hola Ariel, me alegro de leerte.
«Muchos colonos se encuentran viviendo en Cisjordania porque en su momento no desaprovecharon la oportunidad de poder tener una bonita casita con jardín. »
Genial. Quizá cuando dices que no es correcto meter a todos los colonos en la misma categoría, te refieres a que a muchos se nos ha pasado por alto alguna acepción de la palabra «colonia». Por ejemplo, esta del DRAE:
7. f. Residencia veraniega para vacaciones infantiles, generalmente en el campo o en la playa.
No menciona el asunto del jardín, pero se da por hecho.
Visto así, la cosa cambia. Y el hecho de que haya unos cuantos colonos que traten a los palestinos como a ganado, no solo no merece una condena (no lo digo por ti), si no que ni siquiera es digno de ser mencionado cuando se escribe sobre la colonización israelí de Palestina.
Creo que te equivocas cuando dices que los colonos «ocupan tierras». La ocupación la llevó a cabo el ejército de Israel en el 67. En términos legales se llama «potencia ocupante». Los colonos llegaron después, y no estarían ahí sin el consentimiento y el apoyo del estado de Israel.
Un saludo.
Salva
Si crees que todos los colonos son salvajes queriendo exterminar palestinos, solo averigua sobre Menajem Froman, el rabino líder del asentamiento judío de Tekoa en Cisjordania. No todos los colonos salen a quemar cultivos o cortar olivos, así como no todos los palestinos se explotan en restaurantes o lanzan misiles contra civiles inocentes.
Minián, yo no he dicho que todos los colonos sean salvajes ni nada que se parezca. Eso es lo que dice Eli que he dicho. Por favor, léeme antes de criticarme. Gracias.
Feliz Purim a todos.
Un saludo.
Salva