Ciertamente, encuentro la costumbre periodística de apoyar a un determinado candidato en unas elecciones, y justificar el por qué en el editorial, bastante constructiva. Siempre y cuando se justifique con rigor, y no se caiga en pleitesía o hooliganismo, es un ejercicio de responsabilidad periodística, tanto deontológicamente como para con los lectores.
Dadas las características del sistema electoral israelí, es muy improbable que salga un gobierno monocolor el próximo 22 de enero. Aquí explico por qué creo que ganará una coalición de centroderecha liderada por Netanyahu. Todas las encuestas apuntan a ello y es más que posible que el nuevo gobierno lo integren Likud-Israel Betenu (Netanyahu y Liberman, o como se dice en las redes, Biberman) y Habait Hayehudí (Naftalí Bennet, que emerge como una estrella imparable en la derecha israelí) junto con partidos menores como el Shas -quienes no se llevan muy bien con Naftalí Bennet– o United Torah Judaism. Por tanto, se formaría un gobierno de derechas y con bastante presencia religiosa -Bennet es datí leumí, el movimiento sionista-religioso que cobra cada vez más fuerza en Israel.

Un gobierno de centroderecha y laico
Sin embargo, lo que sería realmente positivo para Israel y para encarar desafíos que tiene pendiente el Estado, sería una coalición formada por Israel-Betenu, Kadima, Yesh Atid (el partido del exboxeador y periodista Yair Lapid) y quizás, si consiguiera algún escaño, Hatnua (la nueva formación de Tzipi Livni).
Este resultado es tan improbable como que un partido alcance la mayoría absoluta.
Kadima, sobre todo, se está desplomando en las encuestas y Yesh Atid, pese a su famoso y mediático líder, no termina de arrancar. Livni quedó completamente derrotada en las primarias de Kadima y según las encuestas, Likud-Betenu obtendría entre 33 y 35 escaños.
No obstante, un gobierno de centroderecha laico formaría el gabinete más idóneo para afrontar los retos actuales de Israel. En el plano religioso, podrían reformar la Ley Tal sin hipotecas ni rencores. En un nuevo replanteamiento de defensa ante Irán y ante el auge del islamismo en los países vecinos, Shaul Mofaz, como prestigioso militar, podría ser la persona ideal para llevarlo a cabo. Para atender las protestas sociales, el responsable sería Yair Lapid, el cual ha hecho bandera de ellas en su campaña y al menos parte con honestidad y ganas para remangarse y ponerse a ello.
Respecto a la economía, este gobierno hipotético tendría claro que hay que seguir incentivando la innovación y a los emprendedores y seguir por la senda de la Start Up Nation. Es la cuestión más fácil. A pesar de ello, según una encuesta de The Times of Israel, el 43% de los israelíes va a votar pensando en la economía como primera preocupación.
Bennet y Shas traerían problemas en el gobierno
El escritor pacifista Amos Oz ha escrito que la solución de un estado que propone Bennet, dándole autonomía local a las ciudades palestinas, es una propuesta antisionista, porque acabaría con el estado judío. Oz se pasa un poco de frenada llamando antisionista a Bennet, pero tiene razón. El Estado palestino es necesario, sobre todo para el futuro de Israel. Y la propuesta de Bennet, no es sólo irreal, también contraproducente.
Shas, traería problemas al nuevo gobierno, como lleva haciendo desde que forma parte de los sucesivos gabinetes. Se opondrán frontalmente a reformar la Ley Tal, obstaculizarán un debate razonable sobre la misma, y se negarán a tocar más cosas del status quo.
Además, los enfrentamientos con Naftalí Bennet y los suyos serían constantes. Pese a que los dos partidos son religiosos, sus visiones políticas difieren hasta el infinito. La principal: ir al ejército. Bennet, como datí leumí, considera ir al ejército una obligación sacra para todo judío que vive en Israel. Shas, opina que el ejército no es lugar para los haredim.
La política de Israel resulta bastante interesante para las quinielas y para el cotilleo electoral: las posibles combinaciones que pueden darse tras las elecciones, las diferencias entre los partidos, las duras negociaciones, los desafíos del país…
Hasta el día 22 tenemos tiempo para seguir haciendo cábalas.
Señor Cohen, aunque no guarda relación con el artículo, quería decirle que me gustó su intervención en el programa de radio «Debates en Libertad» que se emitió la semana pasada, y en la que se trató el tema de los orígenes de Israel.
Un saludo.
Muchas gracias.
Un saludo
[…] ← Cuál sería el resultado ideal en las elecciones 24/01/2013 · 18:32 ↓ Ir a los Comentarios […]